¡ Hoy estrenamos nueva colaboradora en el blog! Esther de VipLoved estará con nosotros una vez cada dos meses hablándonos sobre la metodología Waldorf la cual conoce y vive muy de cerca. A Esther la conocimos cuando asistió al workshop que organizamos de Furoshiki y tras una breve charla sobre este tipo de educación, nos quedamos con ganas de conocer más. Para nosotras, como mamas que somos las dos, la educación de nuestros hijos es una de los temas que más nos inquietan e intentamos por encima de todo educarles desde el respeto y la libertad que les permita elegir y vivir una vida feliz ( qué no es poco..). No conocemos demasiado todavía de esta metodología, pero lo poco que sabemos nos ha llamado mucho la atención, así que hemos creído que sería interesante irla descubriendo con vosotros de la mano de Esther.
Esperamos que os guste.
Gracias Esther por tu entrega!
LA ESCUELA WALDORF
Mi nombre es Esther, escribo un blog llamado VipLoved donde comparto mis propias experiencias. Diseñadora y patronista de formación, siempre he trabajado en moda. Ahora ocupada ejerciendo de mamá y dando forma y color a mi blog.
En Vip Loved siempre comparto experiencias vividas, me gusta poder explicarlo desde las sensaciones, así que cuando Moeraki me propuso que hablara sobre la educación waldorf, aunque por un momento dudé (ya que mi profesión nada tiene que ver con el mundo de la educación), sí que tengo muchas experiencias y sensaciones alrededor de esta pedagogía.
Conocí este tipo de educación, a través de mi marido, él estudió en una escuela waldorf en Alemania, país donde surgió y donde esta muy desarrollada y extendida, abarca desde el jardín de infancia hasta la universidad. Tienen más de 750 escuelas y está subvencionado por el estado. Su madre y su padre son profesores waldorf y su padre además dirige y edita una preciosa revista basada en esta filosofía (de la que otro día os hablaré), su tía es profesora de arte en una escuela waldorf y su madrina es hija del fundador de los lápices y ceras Stockmar (material waldorf para colorear, hechos con ceras naturales).
Recientemente, junto con otros padres interesados, hemos creado una iniciativa de espacio waldorf en la zona donde vivimos (Garraf), para niños de 3 a 6 años (preescolar) el centro donde va nuestra hija Alma. Mi papel es el de colaborar como mamá, donde la ayuda de los padres es fundamental a la hora de hacer crecer la iniciativa.
La calidad de los materiales, las texturas, el tono de voz en el que las profesoras se dirigen a los niños, los juegos, el respeto hacia la naturaleza, hacia los juguetes y hacia los demás, el ritmo diario, semanal y anual… son elementos y piezas clave en esta educación.
Desde Moeraki, intentaré ir transmitiendo lo que me asombra, lo que me hace palpitar el corazón, como cuando les veo así de felices rodeados de naturaleza y siendo conducidos por un camino de auto-confianza, autoestima, creatividad, y empatía.
Entrar en una escuela waldorf es entrar en un universo de fantasía, donde la madera noble es la principal protagonista, los materiales son totalmente naturales: sedas, lanas, algodón y elementos de la naturaleza, como piñas, piedras, troncos.. los colores de la clase son en tonos suaves y las formas son siempre redondeadas.
Los juguetes son sin formas definidas, para que el niño le pueda dar variada utilidad y los muñecos son hechos a mano, generalmente por las profesoras, sin una cara muy expresiva ni muy definida. Son verdaderas preciosidades. Que tengan una expresión neutra es muy importante para la fantasía del niño, ya que con una clara expresión ya está predeterminado por un adulto cómo es la muñeca, si sonríe, si llora…
En este tipo de escuelas es también muy importante el trabajo y la labor de los oficios artesanos, así que en primaria empiezan a trabajar mucho con la madera y hacen desde objetos como una cuchara, o incluso muebles, auténticas obras de arte. Desde bien pequeñitos hacen su propio pan, un día a la semana amasan, lo hornean y al día siguiente lo desayunan en una rica tostada.
Aprenden a coser, tejer, hacen bolsos o incluso sus propias zapatillas. La música tiene un papel muy importante. En la clase de Alma los martes hay una actividad, donde a través de los sonidos del piano teatralizan un cuento, cuando son más mayores empiezan con un instrumento musical, llevado incluso a la profesionalización.
Soy consciente de que no todo el mundo tiene la opción de llevar a sus hijos a una de estas escuelas, bien por ubicación o por financiación. En España hay dos escuelas que llegan hasta secundaria, una en Las Rozas (Madrid) y otra en Bellaterra (Barcelona), pero sí hay muchos jardines de infancia repartidos por el país (de los 3 a los 6 años) podéis consultar un listado de escuelas waldorf en España aquí.
En mi opinión, la edad preescolar es una de las más importantes, ya que es la base donde aposentar los cimientos. Según R. Steiner (fundador de esta pedagogía), esta etapa comprende desde los 0 a los 7 años. Período en el que el niño debe solamente jugar, sin que se le inculquen tareas intelectuales, como leer, escribir o contar, norma que rige también la educación pública de la mayoría de países europeos, como Alemania o Finlandia (que encabeza el ranking del informe PISA). Podéis leer un artículo muy interesante aquí.
Esta última imagen representa algo que para mi como madre, es muy importante, dos niñas juegan mientras la profesora les acaricia con el suave tacto de un tejido de seda. Son tejidos coloreados con tintes naturales que las escuelas waldorf lo utilizan para un sinfín de juegos y actividades. A mi me parece que algo tan simple y delicado como el roce de un tejido de seda, desprende mucha sensibilidad. ¿Habéis tocado alguna vez un tejido en gasa de seda? es pura delicadeza… y los niños son especialmente sensibles hacia todo. Tejidos hechos a mano y sin químicos, son esos pequeños detalles que tal vez para nosotros pasan desapercibidos pero que para ellos, hace que estén más en contacto con la tierra y con su interior.
“El pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo y el oído.
del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos,
así el pensamiento percibe ideas ”R. Steiner.
La pedagogía Waldorf fue creada por Rudolf Steiner (1861-1925). Filósofo y pensador. Fue figura destacada del pensamiento alemán de principios del siglo XX. Nació en Austria. La primera escuela libre waldorf la fundó en Stuttgart (Alemania) llamado por el dueño de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria (de ahí su nombre), quien pretendía ofrecer una educación renovada a los hijos de sus trabajadores. Fue en 1919, en plenas convulsiones políticas, económicas y sociales posteriores a la Primera Guerra Mundial.
Esta pedagogía se extendió rápidamente por toda Europa y en 1928 llegó a EEUU, con la inauguración de la Escuela Waldorf de Nueva York. Y así hasta ahora, en que hay más de 2.500 escuelas y jardines de infancia repartidos por 120 países, desde los más desarrollados, como Finlandia, Estados Unidos, etc. hasta los más desfavorecidos como Etiopía, Pakistán, etc.
R. Steiner fundó su propio movimiento, la Antroposofía, que recoge los pensamientos, los estudios y el trabajo que él realizó.
Según Steiner, el ser humano es una individualidad de espíritu, alma, y cuerpo, cuyas capacidades se despliegan en tres etapas hacia la madurez: el primer septenio (de 0 a 7 años) está basado en la imitación natural como medio de aprendizaje; el segundo (de los 7 a los 14 años) a través de la imaginación y el arte y el tercero (de los 14 a los 21) en la búsqueda de la verdad y lo real.
Espero que os haya parecido interesante, hoy un poco de teoría para ponernos en situación… terminamos con un poema dedicado a la primavera, se suele poner mucho énfasis en que el niño viva y experimente cada estación del año de una manera consciente, ya sea con excursiones al campo, a través de los cuentos, las narraciones, las fiestas populares, los frutos… elementos de las estaciones están muy presentes en estas escuelas.
AMO EL BOSQUE
Amo el bosque en primavera,
cuando las flores nacen y llenan de encanto
la tierra fértil
que vive alegre
engalanándose con bellos colores.
Amo el bosque en verano,
cuando el ramaje proyecta su sombra
sobre la tierra
y los pájaros
gorjean, saltando de rama en rama.
Amo el bosque y admiro los árboles
que me ofrecen los tiernos brotes
de su dulce savia
que brota vida,
cósmica energía que parece que duerme.
– Rosa Galceran –